Es posible que el elixir de la eterna juventud haya dejado de parecernos cosa de ciencia ficción y que empecemos a pensar que se podría fabricar en el futuro.
Un estudio que ha llevado a cabo la Clínica Mayo en Estados Unidos ha demostrado que es posible alargar la esperanza de vida de los ratones hasta un 35%. Para conseguirlo, los investigadores han aplicado un tratamiento que afecta a las células senescentes del sistema inmune haciendo que se autodestruyan, una acción que permite retrasar algunos aspectos del envejecimiento.
Las senescentes son células envejecidas que están muy cerca de morir y que han perdido la capacidad para dividirse. En los mamíferos, las células no se reproducen de forma indefinida, sino que gran parte de ellas se dividen un número limitado de veces antes de diferenciarse.
"La senescencia celular es un mecanismo biológico que funciona como una especie de ‘freno de emergencia’ que emplean las células dañadas para dejar de dividirse", explica Jan van Deursen, director del estudio. Es una estrategia del sistema inmune para prevenir la formación de tumores.
En ocasiones, el sistema inmunológico limpia las células senescentes que se van acumulando. Sin embargo, a medida que vamos envejeciendo, este sistema de depuración va siendo cada vez menos efectivo. Como consecuencia, se ven afectadas las células adyacentes, que se inflaman y se vuelven más frágiles.
Lo que han descubierto los investigadores de la Clínica Mayo es que es posible estimular la eliminación de las células senescentes. El ensayo clínico se llevó a cabo con ratones a los que se inyectaba un compuesto dos veces por semana y permitía limpiar entre el 50 y el 70% de lascélulas envejecidas en algunos tejidos.
Después de administrar este tratamiento durante seis meses, los científicos observaron que los roedores estaban más sanos en muchos aspectos que el resto de animales que no estaban tomando el medicamento: los riñones filtraban mejor la sangre, el corazón toleraba mejor el estrés, e incluso el comportamiento de los individuos era más atrevido y juvenil. Y lo más importante de todo: descubrieron que esta terapia podía alargar la vida de los ratones entre un 17 y un 35%.
Respecto a su aplicación en seres humanos, los científicos son optimistas. "Un fármaco podría eliminar con eficacia y rapidez la cantidad suficiente de células para tener un profundo impacto sobre la salud y la vida útil", señala Darren Baker, otro miembro del equipo de investigación.
Fuente: ABC
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